¿Hay intereses de enormes oligarcas rusos en el Puerto de Barcelona? Ya que miren, no se conoce. No se conoce pues conocemos que cuando menos en 2 de las concesiones del Puerto autónomo, el astillero Marina Barcelona 92 (MB92) y el puerto deportivo Marina Port Vell, sí los hubo anteriormente. ¿Hay en este momento? Bien difícil de comprender, pues los operadores, o sus dueños, son muy recelosos de descubrir esta información. 

En una situación usual no deberían llevarlo a cabo, evidentemente. La seguridad jurídica y derecho a la discreción asisten a todo negocio en una economía abierta y que esté alineada con los estándares de todo el mundo. En una situación usual, ni MB92 ni Marina Port Vell deberían tener que ofrecer explicación alguna de quiénes son sus inversionistas, operadores o quién amarra o repara allí su yate. Pero es que la situación de hoy no es usual. Hay una guerra ilegal en el corazón de Europa, según la reunión general de ONU [ver comunicación aquí], perpetrada por un Estado que esponsoriza el terrorismo, según el Parlamento Europeo [ver la noticia aquí], agresión que merece reparaciones urgentes de guerra a la nación agredida, asimismo con la enajenación de los recursos privados de enormes hombres de negocios del país agresor, según la iniciativa dibujada por la Comisión Europea [ver propuesta aquí]. 

Sobre estos mimbres, ciertos países mundiales ahora comenzaron a detectar recursos de oligarcas rusos, a incautarlos y a seguir a su subasta para abonar las reparaciones urgentes de la agresión ilegal. Y no son países sospechosos de ser contrincantes de la seguridad jurídica. En lo más mínimo. Lo ha propuesto en el mes de mayo de 2022 Hables Michel, presidente del Consejo Europeo; lo aprobaron el Cámara de Representantes y el Senado estadounidense en el último mes del año y asimismo lo puso en marcha el Gobierno de Canadá el mes pasado. Asimismo lo demandó el cónsul de Ucrania en Barcelona a lo largo de una entrevista con Crónica Global

Por este motivo, se impone auditar desde adentro o externamente el Puerto de Barcelona, a mi juicio. Para entender si hay intereses de enormes oligarcas rusos, y con tres objetivos. El primero es saber si, de hecho, hay intereses de magnates rusos con apariencia de activos o acciones, controlados directamente o indirecta a través de sociedades interpuestas. El segundo es comprender si judicialmente es posible su subasta para la reconstrucción de Ucrania. Hay inquietudes sobre ello, ya que los derechos escenciales de sus dueños asimismo entran en juego. Va a ser materia para los juristas. 

Y el tercero es abrir el enfrentamiento sobre si es ético usar estos activos a lo largo de la próxima Copa América de Barcelona en 2024. Por el hecho de que si hay recursos total o medianamente controlados por individuos o personas sancionados a nivel internacional por la agresión rusa a Ucrania, no tiene sentido engrosar su facturación con el acontecimiento más esencial que acogerá la Localidad Condal en los próximos años. 

En otras expresiones: se impone una revisión de quién controla qué en el Puerto de Barcelona por el hecho de que, siempre y en todo momento bajo mi criterio, no sería ético llevar a cabo a ciertos operadores participantes del encontronazo económico de la Copa si están controlados total o medianamente por personas sancionadas por la guerra y mientras que caen drones rusos sobre la población civil en Kiev. Es algo de lo que habrían de ser conscientes la Autoridad Portuaria y su nuevo presidente, Lluís Salvadó (ERC), pero asimismo Grant Dalton y el resto del aparato organizador de la Copa América.

Por poner un ejemplo, pienso que poca gente comprendería que se utilizaran las instalaciones de MB92 si Vagit Alekperov, expresidente de Lukoil, tiene aún participación en el astillero. Algo que no entendemos seguramente, pues el negocio que controla el financiero catalán José Caireta a través de Squircle Capital elige ser sutil en el momento de determinar quién fueron sus asociados y quienes lo son en este momento. 

Lo mismo que en Marina Port Vell, asimismo dominada por Squircle, de quien entendemos que, de hecho, magnates rusos tuvieron intereses allí hasta el año pasado, en el momento en que se notificó del amarre de Usmánov. Anteriormente, la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) ahora vinculó esta concesión específicamente con el blanqueo de capitales. Y apuntó al exmacroconcejal Antoni Vives (CiU) como comisionista en la operación. 

Se impone aclarar todas y cada una estas cuestiones. Con una auditoría, interna o externa. El Puerto de Barcelona va a ser personaje principal en Barcelona en 2024 y no se comprendería que no va a llegar a la cita libre de alforjas.