Lo logró el serbio Novak Djokovic. Ahora mira a los ojos al suizo Roger Federer con seis Copas de Profesores tras vencer al noruego Casper Ruud en 2 sets, por 7-5 y 6-3, en el Pala Alpitour de Turín, tras un partido que le pone en el favorecido puesto de Profesor de Profesores, que le redime de una temporada marcada por la polémica y con el que se ha embolsado el mayor premio económico de la historia del tenis.
No ha podido realizar mejor torneo el de Belgrado, invicto. Llegó con su propósito claro y no tuvo contrincante en su lote predilecto y donde tiende a ser la mejor temporada de la temporada para él. Recopila la corona del alemán Alexander Zverev tras haber fulminado al heleno Stefanos Tsitsipas, a los rusos Andrey Rublev y Daniil Medvedev, y al estadounidense Taylor Fritz.
Su último escollo, el que le apartaba de una gloria que no conocía desde 2015, fue la sensación noruega, que llegó a la final en enorme forma, como premio a una enorme temporada que se queda sin un colofón que, en el caso de haberlo lograrlo, podría haber sido mucho más que justo.
Pero ‘Nole’ fue bastante ‘Nole’. Conectado, veloz, certero y con avidez, el serbio se llevó una primera manga muy igualada y donde Ruud cedió, nuevamente, frente a un grande. Ha podido ponerse por enfrente prontísimo, en el segundo juego, pero desperdició su doble ocasión de rotura y sostuvo la igualada. Volvió a tener otro ‘break’ para ponerse 5-3 arriba, pero Ruud soportó la embestida, cerrando el puño en el momento en que sostuvo el saque, liberando algo de tensión.
Pero a la tercera llegó la derrotada. Eran demasiadas concesiones frente a un titán que en esta ocasión atacó la bola y ganó el primer equipo (7-5).
No resalta Ruud por enseñar conmuevas. Ni positivas ni negativas. Ni en la pista ni fuera. Pero se le apreció incómodo sendero a su taburete, tal y como si supiese que tenía prácticamente irrealizable remontar a su contrincante, viendo a su banquillo en pos de una solución que jamás llegó y pensando, quizá, en las otras tres finales que había perdido en todo el año.
Los peores augurios del de Oslo no tardaron en confirmarse. Djokovic le quebró su segundo saque del equipo y confirmó el ‘break’ ganando nuestro. 4 a uno arriba en un abrir y cerrar de ojos, tenía el partido dirigido. La grada se volcó con Ruud, como lo logró con todos y cada uno de los oponentes de Djokovic, tratando poder gozar algo mucho más de una final con enorme nivel tenístico, pero que se antojaba bastante corta observando el ritmo del veterano tenista.
Solicitó el ánimo de la grada el serbio antes del último punto. Se supo ganador y deseó gozar actualmente.
Una hora y treinta y 2 minutos una vez que pusiese en marcha esta final de finales, ‘Nole’ firmó un saque directo -el noveno de su cuenta- que le logró vencedor de vencedores, el mucho más veterano de la historia en conseguirlo, Profesor de Profesores al lado de Federer, colocándose de manera automática en lo mucho más prominente de este respetado torneo que se le prosigue resistiendo a Nadal, el único grande que no posee en su vitrina.