El Municipio de Puertollano va a deber abonar mucho más de 400.000 euros a una guardería que cerró por carecer de rentabilidad. El Tribunal Superior de Justicia de Localidad Real ha culpado al consistorio puertollanero y da la razón a la compañía Servicios Infantiles Dulcinea.
En un inicio, la compañía solicitó al municipio la proporción de 671.755 euros por la indemnización de las proyectos que ejecutaron una vez que la guardería renunciase a la explotación en 2018.
La guardería debió cerrar
La compañía es concesionaria de la escuela infantil que estuvo ubicada tras el hospital y que cerró. El fundamento aducido por la compañía para dejar el emprendimiento fue que la concesión administrativa no cumplió con las esperanzas de rentabilidad iniciales.
La compañía fue beneficiaria desde el año 2007 de una cesión de suelo público por 50 años y un canon de 50 euros. Por esta escuela pasaron mucho más de 750 pequeños y pequeñas, formados durante más de 100 docentes infantiles en su centro de capacitación.