En el momento en que se termina diciembre, todos y cada uno de los municipios de España despiden el año con un corto Pleno para aprobar los últimos temas atentos y querer a todos y cada uno de los vecinos lo destacado en Navidad en un tono amable.
Salvo que sea el Pleno de Hellín. El orden del día de la sesión parecía rápido: las actas de sesiones precedentes, tres daciones de cuentas y un el capítulo de ruegos y cuestiones. Teóricamente, ninguno de los puntos se encontraba abierto a enfrentamiento.
Pero el enfrentamiento se abrió paso en el punto 2, la dación de cuentas de las bases de las ayudas locales para fomentar los contratos a jóvenes por la parte de las compañías de la región, cuyo propósito asimismo es frenar la despoblación.
La presentación inicial fue hasta cordial. El concejal socialista Juan Antonio Andújar empezó con un elogio al edil habitual García Sequero, «ya que hicimos juntos el trabajo técnico, de documentación y redacción de las bases».
En lo que se refiere a su contenido de este pliego, explicó que las ayudas «complementan» a otros programas afines y ayudas de la Junta o la Diputación, con medidas como subvenciones y exenciones para hacer más simple la contratación.
La mayor parte de los integrantes de la Empresa brindaron su acompañamiento a la firma de contratos liderados a ciudadanos inferiores de 30 años, en ciertos casos con sus matices y también interpretaciones. Hasta el momento en que llegó el momento de la concejala del conjunto VOX, Raquel Tomás.
Tomás anunció que no se encontraba según estas ayudas «por el hecho de que pensamos que no promueven la igualdad real entre hombres y mujeres». El fundamento, que las ayudas para la contratación de mujeres «son mayores que las de los hombres».
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