El ejemplo se puso 1.000 ocasiones y se va a poner otras 1.000. ¿De qué forma ha podido descender aquel Atlético de La capital de españa con Kiko, Valerón, Hasselbaink, Solari, Baraja, Capdevila, Molina, Gamarra…? La única contestación viable está en la incapacidad de aquella plantilla para bajar al barro: en la región baja se juega a otra cosa. Semeja el fútbol de las alturas por el hecho de que hay 11 players por aparato y una pelota como elemento de discusión, pero no guarda relación con eso. Ahí abajo uno se juega la vida, y la manera de defenderla es algo extraño a enormes equipos, gambetas y toquecitos de salón. De ahí que, el peligro de descenso del Sevilla es verdadera: hablamos de un aparato planeado con mimbres de Liga de Vencedores que ha quemado a entrenador y medio (a conocer cuánto tarda Jorge Sampaoli en tomar la vía que le enseñaron a Julen Lopetegui) y que suma precisamente 22 puntos menos que el año pasado a esta altura. En el mercado de fichajes no debería buscar tanto diferenciarse como igualarse a sus oponentes directos. 

Marcar y ganar

El Atlético de Simeone siempre y en todo momento tuvo claro a qué jugaría: meter entre las tres o 4 que tuviera y proteger de manera espartana la diferencia. Ese era el punto de inicio. En la actualidad tiene ocho, prosigue metiendo una y lo de Esparta le queda lejísimos: ni Oblak ejecuta ahora milagros. De los últimos seis encuentros de LaLiga, solo fué con la capacidad de ganar al colista (2-0 al Elche) y la amenaza de su plaza Champions -competición de la que asimismo está eliminado- es verdadera.  

El aspirante

Regresa Oyarzabal y marca, Silva está en una tercera o cuarta juventud y hasta Kubo y Sorloth marchan en San Sebastián. La activa entusiasta de la Real Sociedad es, hoy en día, entre los valores mucho más seguros de la competición: se llevó con todo merecimiento el derbi frente al Athletic (al que distancia ahora en nueve puntos) y sostiene la línea de los últimos tutoriales: un conjunto de amigos que se juntan para entretenerse el objetivo de semana… y lo hacen realmente bien.