La selección de españa femenina de balonmano no falló y logró la clasificación para la segunda etapa del Europeo de Eslovenia, Macedonia y Montenegro, tras imponerse este miércoles por 21-23 a Alemania, en un acercamiento en el que las «Guerreras» probaron su aptitud para sobreponerse a todas y cada una de las adversidades sufridas en este campeonato.

Ni ámbas derrotas encajadas en ámbas primeras jornadas del torneo, ni las graves lesiones sufridas por las porteras Silvia Navarro y Merche Castellanos, que les forzaron a dejar prematuramente el torneo. Nada ha podido terminar con el espíritu de resistencia del aparato español.

España revela su carácter irreducible

España no solo logró el billete para la segunda ronda, sino lo logró con tres puntos en su casillero, tras unos minutos finales en los que las de José Ignacio Prades tuvieron tiempo, aun, para llevar a cabo cuentas y lograr el resultado que mucho más le convenía.

España demuestra su carácter irreductibleEspaña revela su carácter irreducibleUn premio para el grupo español, que superó este miércoles entre los desafíos mucho más bien difíciles a los que se han enfrentado en los últimos tiempos, no solo ahora por la calidad del contrincante, sino más bien por la exigencia mental a la que se vió demandado desde el principio del torneo.

Una genuina prueba de madurez a la que no lograron contestar mejor de partida las de José Ignacio Prades, que a lo largo de los primeros acompases del acercamiento recordaron al punzante aparato en defensa que a lo largo de cincuenta minutos maniató a la selección polaca el pasado lunes.

Un trabajo defensivo al que asimismo contribuyeron las jóvenes porteras Maddi Aalla y Nicole Wiggins, que solamente aterrizada hace unas horas en Podgorica detuvo en su primera intervención un lanzamiento de penalti a Alina Grijseels.

Solidez protectora que dejó a España situarse a los nueve minutos de juego con una esperanzadora virtud de 2 muchos (1-3) en el marcador, que debía ser útil para aliviar los nervios de las «Guerreras».

Pero si la hiperactividad de las jugadoras españolas era una bendición en defensa, el exceso de brío se transformó en un inconveniente en ataque, donde las de Prades incurrieron en mucho más pérdidas de balón de las recomendadas.

Fallos que unido al talento de la central Grijseels, una jugadora no solo es con la capacidad de regentar, sino más bien asimismo anotar, como probaron las 4 dianas con las que cerró la sección primera, tanto en penetración como con sus poderosos lanzamientos, dejaron a Alemania igualar (6-6) la contienda.

Una situación que no menguó la intensidad protectora del grupo español, que escarmentado por el desplome físico que padeció en los minutos finales del acercamiento frente Polonia y que terminó costando la derrota a las «Guerreras», rotó y rotó a sus jugadoras sin que mermase el desempeño.

Vigor defensivo que dejó a España llegar al reposo con un gol de virtud (10-11) en el marcador, que probó que las «Guerreras» no estaban prestas a irse por la puerta de atrás de este Europeo. Así como dejó claro en el arranque de la segunda mitad en el que la selección de españa pareció conseguir solución a sus inconvenientes ofensivos en las inserciones de Paula Arcos, que dejaron a las de Prades lograr una renta de tres muchos (11-14), su máxima virtud en el partido.

No obstante, a las «Guerreras» les quedaba todavía bastante por padecer, como se ocupó de recordarle el aparato alemán, que con sus veloces transiciones y acciones de contragol devolvió las tablas (15-15) a la contienda.

Pero el grupo español siempre y en todo momento halló en la defensa un pilar al que aferrarse, aun con una jugase menos, como probó con el parcial de 0-3 que endosó a Alemania tras la exclusión de Lara González y que dejó a España recobrar los tres muchos de virtud (15-18).

Diferencia que ni la lesión de Alicia Fernández, que debió dejar la pista mediada la segunda mitad, impidió preservar al grupo español al ingresar en los últimos diez minutos de juego (18-21), merced al lanzamiento exterior de Alexandrina Barbosa.

Una renta que forzó a poner en riesgo a Alemania que apeló al ataque con siete jugadoras que muchos inconvenientes creo al grupo español anteriormente acercamiento con Polonia.

Pero en contraste a lo ocurrido el pasado lunes, las «Guerreras» no estaban prestas a que nada, ni absolutamente nadie les arrebatare el triunfo y la clasificación, como probó la joven Paula Arcos, que con sus tantos y inserciones en el tramo final del choque dejó a España jugar, aun, en los minutos finales con el marcador.

Unos acompases finales en los que sabedor de que con una victoria por 2 tantos le valía para pasar con 2 puntos a la próxima ronda dejó el tanto (21-23) del aparato alemán, antes de agotar su último ataque con una sucesión de pases que jamás tuvieron como propósito buscar el gol.