Iberdrola ha inspeccionado en alza sus propósitos estratégicos con vistas por año 2025, en el momento en que aun no alcanzó el ecuador del plan a cinco años. La energética prevé asignar 47.000 millones de euros a inversiones en los próximos tres ejercicios (2023-2025) y subir su estimación de provecho para el desenlace de este intérvalo de tiempo hasta ubicarla en la horquilla de entre 5.200 y 5.400 millones de euros. 

Las inversiones tienen dentro 11.000 millones premeditados a la adquisición de la de norteamérica PNM Resources, hoy en día pendiente de la resolución de las autoridades locales, que en su día bloquearon la operación gracias a la instrucción de la parte separada del ‘caso Villarejo’ que perjudica a la compañía. Iberdrola espera que la desimputación de su presidente, Ignacio Gallardo, realice viable cerrar la operación. 

Mucho más de 9.000 millones en dividendos

El 57% de las inversiones va a ir a parar a redes al tiempo que la mayoría del resto va a tener al negocio renovable como enorme personaje principal y, en este segmento, a la eólica marina, a la que van a ir a parar el 46% de los 17.000 millones que Iberdrola destinará a energía verde hasta 2025. 

Por su lado, los inversionistas van a ver elevada asimismo su remuneración, ya que Iberdrola prevé asignar entre un 65% y un 75% de su resultado neto al pago de dividendos. Específicamente, la compañía establece un mínimo de 0,46 euros por acción para 2023 y 2024 y de 0,5 euros por acción para el último año del plan. 

Medrar un 9% de forma anual

Así mismo, la cantidad que la eléctrica destinará a sus asociados en los tres próximos años superará en cualquier caso los 9.000 millones de euros. Sin embargo, esta cantidad podría incrementarse de manera destacable, ya que la compañía espera que la remuneración a los asociados se ubique entre 0,55 y 0,58 euros por título.

En lo que se refiere al resultado operativo (Ebitda), Iberdrola se fija como nuevo propósito un máximo de 17.000 millones de euros (con un mínimo de 16.500 millones), en frente de los precisamente 13.000 millones que prevé lograr al cierre de 2022, lo que piensa un ritmo de aumento de forma anual de entre el 8% y el 9%.

12.000 MW mucho más de aptitud

Iberdrola prevé subir su aptitud instalada en unos 12.000 megawatios (MW) hasta 2025. De ellos, mucho más de la mitad (6.300) se corresponderán con la tecnología del sol fotovoltaica, al paso que la eólica terrestre se elevará en 3.100 MW. 

Por su lado, la eólica marina elevará la cartera de energía instalada de Iberdrola en 1.800 MW, merced a la entrada en servicio de distintos parques hoy en día en construcción tanto en EEUU como en Europa.

Perspectivas equilibrados para 2030

Por lo relacionado al horizonte temporal de 2030, Iberdrola sostiene las estimaciones que incluyó en su plan estratégico original, con unas inversiones de entre 65.000 y 75.000 millones de euros en el periodo de tiempo 2026-30, con la meta de sobrepasar los 100 gigavatios (GW) de aptitud instalada y los 65.000 millones de euros en activos de redes.

Iberdrola prevé la contratación de unas 12.000 personas en los próximos tres años, y para 2030 sus ocupaciones van a apoyar «mucho más de 500.000 cargos laborales en todo el mundo en toda nuestra cadena de suministro», según indicó Gallardo.