A Isabel Peralta, la fugaz popularidad se le subió a la cabeza. Probablemente no sepa ni lo que es la Falange, si bien el traje/disfraz le quede bien, pero su lealtad a la causa ultraderechista está alcanzando cotas absurdas. Tiene vetada la entrada en Alemania por el hecho de que además de esto es antisemita. Pero lejos de abochornarse, esta joven de cabeza retrógrada debe alardear de radicalidad.