La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha absuelto al exalcalde de Hellín, Manuel Mínguez, del delito de estafa del que venía siendo acusado, al estimar que no se ha deformado la presunción de inocencia en su caso, ni tampoco en el del letrado procesado por estos hechos, con lo que únicamente se ha culpado al que fuera amigo del expolítico, J.M.H.C., que fué sentenciado a un par de años y medio de prisión, a abonar una multa de 2.880 euros y a devolver los 33.000 euros engañados. Además de esto deberá abonar una tercer parte de las costas procesales.

Según la sentencia, se considera demostrado que el acusado, J.M.H.C., a inicios de agosto de 2017, fue a la tienda de P.D.G., en la ciudad de Hellín, y, al hilo de la charla que aparece entre los dos, la dueña del lugar comentó que su hijo, Antes de CristoD., era ingeniero y deseaba ocuparse a la docencia. 

El acusado J.M.H.C. le mencionó que era profesor de un instituto de Hellín, si bien no lo era, y que era amigo del directivo del centro, Manuel Mínguez García, que de todos modos había dejado de serlo por estar jubilado, con el que charlaría para poder ver que se podría llevar a cabo; haciéndole opinar que Manuel Mínguez, por su particular situación en el instituto, podía prestar una plaza en el instituto. 

El acusado J.M.H.C. volvió una segunda vez a la tienda y también inventó un plan para hallar que el denunciante le abonara una esencial proporción de dinero en la creencia de que con esto iba a hallar una plaza como instructor. Para esto charló a Manuel Mínguez, al que conocía desde 2012 y con el que sostenía buenísima amistad, del denunciante y de su currículo y de su interés en trabajar en el instituto. 

Mínguez, para realizar el favor a su amigo, se interesó por el tema y aceptó proceder a la tienda el 10 de agosto de 2017. La madre del denunciante conocía a Mínguez de ser alcalde del pueblo y sabía que era directivo del instituto, si bien ignoraba que se encontraba jubilado, y, sin que Mínguez afirmara que proseguía siéndolo, ella lo dio por sentado. Mínguez solicitó que le entregasen el currículo del joven para poder ver lo que podría llevar a cabo, redactando J.M.H.C. en una nota, que dejaron a la mujer, lo que el joven debía dar, al lado del nombre y teléfono de Mínguez. 

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