El veto del municipio de Ada Colau a abrir nuevos hoteles condena a Barcelona a un modelo turístico masificado y de baja calidad. Inversores y representantes del campo hotelero han alertado el día de hoy de que la moratoria hace difícil el desembarco de enormes cadenas de todo el mundo de gran lujo que sí han aterrizado en La capital española, lo que paralelamente impide concretar a la localidad en el segmento de sobra calidad y subir tarifas.

Esta situación condena a los establecimientos de la ciudad más importante catalana a cobrar las habitaciones a costes mucho más bajos que el resto de sitios turísticos populares  en Europa. «La moratoria es muy disuasiva», ha advertido Juan Antonio Gutiérrez, asesor encargado de Mazabi, en el acontecimiento turístico  Barcelona Is Back.

Una medida perjudicial

«En un largo plazo, la moratoria puede realizar bastante daño a la localidad», ha sentenciado Félix Navas, directivo general de Catalonia Hotels. «Que no vengan enormes cadenas de todo el mundo provoca que los que están en segunda línea, los 4 estrellas locales, no suben tanto de precio», ha señalado.

El acontecimiento de turismo Barcelona Is Back / CG

Navas explicó que los enormes inconvenientes de Barcelona en lo que se refiere al turismo son la mugre, la inseguridad y la moratoria hotelera. Todo ello provoca que, «a 15 años vista, el destino pudiese perder atrayente y aptitud de costes».

Freno a la innovación

Por su lado, Xavi Vega, asesor encargado de Anima Hotels, ha valorado que, probablemente gracias a la moratoria, «Barcelona pierde fuelle en innovación hotelera y es bien difícil que seamos vanguardistas en lifestyle». «El visitante no posee una experiencia asombroso en el momento en que llega», ha lamentado.

Navas ha añadido que «falta un salto de oferta de fabricantes internacionalmente, que tienen la aptitud de atraer clientes del servicio que paguen tarifas mucho más altas«, en tanto que «esto posiblemente tirase de los costes del resto». Por este motivo ha defendido que haya chances para realizar mucho más hoteles o, en su defecto, que los hoteleros locales se alíen con cadenas de todo el mundo de primer nivel.