La menor que hace aparición en un vídeo viral llevando a la práctica una mamada a otro joven en la pista de baile de la disco Waka no se encontraba bajo los efectos de las drogas. Su madre presentó una demanda donde aseguraba que le podían haber echado sustancia en un refresco, pero los exámenes toxícológicos contrarían esta versión.

La chavala de 16 años dió negativo en los análisis y los Mossos d’Esquadra han descartado que la escena de sexo oral grabada en la polémica disco fuera un caso de agresión sexual, según comunica el Diari de Sabadell. La investigación policial avanza: los agentes ahora han accedido a las cámaras y han recogido testimonios.

Un mosso inspecciona en frente de un computador / MOSSOS

Demanda del joven

La demanda presentada en comisaría por la familia explicaba que la menor solicitó una bebida en el lugar y después ahora no recordaba nada, con lo que apuntaba a una viable sumisión química. No obstante, el cuerpo autonómico no ve rastros de que el acto se forzara contra la intención de la joven.

En cambio, las imágenes se grabaron y propagaron de manera no permitida, lo que ha animado asimismo una demanda del joven que hace aparición en el vídeo, aparte de la presentada por la familia de la menor. Las pesquisas las lleva la División de Investigación del Área Básica Policial de Sabadell.