Prosigue el juicio contra M.M.C., la mujer acusada de matar a su bebé recién nacido, abandonándolo en unas bolsas que dejó en el almacén del bar donde trabajaba en Albacete.
Esta mañana tuvo sitio la cuarta sesión, donde han prestado declaración las ginecólogas que la atendieron en las emergencias del Hospital General de la ciudad más importante albaceteña, quienes han afirmado que, ciertamente, la procesada terminaba de ofrecer a luz: «Tenía todos y cada uno de los síntomas propios de una mujer que termina de alumbrar y debe ser ingresada pues no para de sangrar», han asegurado.
«Me mencionó que sangraba por la regla»
«El cérvix se encontraba dilatado y el útero contraído, como en el momento en que se tuvo un parto a término«, ha señalado la primera de las ginecólogas en testificar. «Me mencionó que le había bajado la regla y que se encontraba sangrando bastante, entonces que tenía golondrinos en las ingles, pero el sangrado era vaginal, conque, en el momento en que hice la palpación y la ecografía, pude ver el habitual útero de una tolerante que termina de ofrecer a luz«.
Ante semejante diagnóstico, la médico procedió a hacerle una pregunta a la acusada si, aparte de sangre, había expulsado algo mucho más. «Le dije que si había echado alguna otra cosa, una placenta, un feto, algo, pero me mencionó que no, que solo sangre, conque solicité un test de embarazo que, ciertamente, dio positivo«.
Una segunda exploración
Sin embargo, frente a la negativa incesante de la procesada y mientras que aguardaban el resultado del análisis de orina, la ginecóloga solicitó a su compañera que hiciese una segunda exploración. «Yo veía precisamente que terminaba de alumbrar, pero como ella insistía en que no, le dije a mi compañera que la explorara asimismo para tener una segunda opinión«.
Examen que, de la misma la primera oportunidad, concluyó con el diagnóstico de que M.M.C. terminaba de tener un parto. «Era visible, más que nada por la dilatación del cuello del útero, presentaba exactamente los mismos síntomas que una mujer que termina de ofrecer a luz y no para de sangrar», indicó la segunda ginecóloga.
«Parecía un bebé absolutamente formado»
Las dos expertos han coincidido en que, por el tamaño del útero y las fotografías del recién nacido, que según los reportes forenses pesó 2,2 kilos y midió 45 centímetros, tenía que ver con un bebé a término. “Parecía un bebé totalmente formado, habría que ver mucho más datos, pero es un bebé que, con atención médica, podría haber salido adelante, no semeja prematuro”, han detallado.
Del mismo modo, ámbas han explicado que alguien debió recortar el cordón umbilical, puesto que el bebé siempre y en todo momento está unido por él a la placenta, y en las bolsas los hallaron separados.
Además, a cuestiones de la fiscal, han señalado la relevancia de anudar o pinzar el cordón umbilical para eludir que el bebé se desangre, algo que no se realizó.
Su ambiente ignoraba que se encontraba embarazada
En la visión asimismo han proclamado los compañeros de la acusada, cuyos cuentos ha coincidido con el escrito de acusación. Además de esto, todos han asegurado desconocer que se encontraba embarazada. “Nunca lo habríamos soñado, no se le apreciaba nada y ella jamás nos lo ha dicho”.
Frente estos sucesos, el Ministerio Fiscal pide la pena de prisión persistente revisable, con lo que considera un delito de asesinato con la agravante de vínculo, al tiempo que la defensa solicita 13 meses de multa por un delito de aborto.
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