El juzgado penal número uno de Mataró ha contraindicado a un hombre convivir con animales a lo largo de 4 años, tras haber deteriorado a su perro. El vecino de Premià de Mar fue detenido en el mes de febrero de 2020 por un delito de castigo animal, pero se ha librado de la prisión en lugar de no delinquir y estar predisposición del juzgado a lo largo del medio año de pena.
Según enseña el períodico local Capgròs, fue detenido por haber causado la desaparición de su cánido de tres meses, golpeándole contundentemente y múltiples ocasiones. El animal terminó muriendo en un centro veterinario.
Juzgados de Mataró / WIKIPEDIA
Aparte de la prohibición de convivir con animales de compañía, el juez le ha impuesto una multa de 1.080 euros por un delito de resistencia a la autoridad a lo largo de su detención.
Perturbación psíquica por consumo de drogas
La sentencia es el resultado de un convenio al que llegaron las partes. Eso es, el acusado y la organización Fundación para el Consejos y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), que según explicó en un aviso el hombre se ha librado de la prisión pues, en el instante de los hechos, «padecía una alternación psíquica grave por consumo de substancias, dejando claro el médico forense que tenía sus habilidades intelectivas y volitivas mermadas«.
Esto es, existía una posibilidad elevada de que no hubiese condena o que la pena que se impusiese fuera suave. De ahí que, dada esta situación, la entidad que resguarda a los animales ha festejado que se haya logrado la “máxima” pena de inhabilitación para la convivencia con animales.
Tenencia y convivencia no son lo mismo
En este sentido, la letrada y organizadora del área legal de la Faada, Anna Van a estar, ha recordado que la tenencia y la convivencia son, en la práctica, «2 realidades diferentes desde el criterio jurídico». Y sucede que el presente Código Penal contempla la prohibición para la tenencia de animales, pero no su convivencia.

Pancarta por la defensa de los derechos de los animales en oposición al Congreso de los Miembros del congreso de los diputados / EP
Por poner un ejemplo, se dan ocasiones en las que a un culpado por castigo se le prohíbe tener animales, pero convive con una pareja que es quien se encarga de uno, o que consigue a otro identificándolo a su nombre.
La organización –que se presentó como acusación especial– ha asegurado que esta sentencia sienta un «antecedente jurídico» que les da herramientas para proseguir haciendo un trabajo en los tribunales por la protección de los animales maltratados. «Si bien 4 años nos logren parecer poco, festejamos esta sentencia como un primer paso primordial y, desde aquí, vamos a seguir peleando para hallar cambios legislativos que brinden cada vez mayor protección a los animales no humanos», han añadido.