Manel Balcells termina de arribar en la Consejería de Salud, pero debe accionar urgentemente frente a la falta de elementos de la sanidad catalana. La situación es grave y ha causado listas de esperas de hasta tres meses para los pacientes con mal crónico que precisan un régimen público.
No es un caso apartado, sino se reproduce en considerablemente más campos de la sanidad catalana. La infrafinanciación de la salud psicológica asimismo generó largas listas de espera para lograr entrar a una vivienda pública, al tiempo que los médicos del ICS siguen enfadados por los retrasos en las negociaciones laborales. En este contexto, asimismo preocupan las oscuras figuras privadas de la órbita convergente que se aproximan al sistema en pos de dinero público.
La sanidad prosigue andando más allá de la carencia de elementos, pero su dignificación es urgente. El conseller debe ofrecer la guerra en el Govern a fin de que los próximos capitales aseguren los fondos precisos para la supervivencia del sistema sanitario.