Conjunto Pachá ha sepultado su división de ropa con el objetivo de sanear sus cuentas antes de venderse total o relativamente a un nuevo inversor. El conjunto de ocio nocturno ha liquidado un litigio de 21 millones que pendía sobre la compañía y que interpuso el empresario del textil Josep Gual. Ha pactado el objetivo del pleito para reestructurar los libros antes de su colocación en el mercado, por la que hay apasionados.
Lo comentan fuentes del ámbito, que señalan que Pachá ha liquidado un doble pleito que sostenía con Cherry 2013, la compañía de retail con la que pactó en 2016 sacar una marca de ropa con la famosa marca de ámbas cerezas. La firma le solicitaba 21,4 millones por incumplimiento de ese contrato, pero la compañía rechazaba abonar. Al final, se llegó a un convenio de conformidad.
«Doble pleito en Vilafranca y Alicante»
Las fuentes consultadas especifican que Gual y Pachá tenían 2 pleitos paralelos por la línea de ropa, uno en Alicante y otro en Vialfranca del Penedès (Barcelona). «El primero atañía a la cesión de la marca y el segundo, a la indemnización por la inversión realizada y el lucro cesante», comentan. Los dos métodos «se han transaccionado», con lo que las dos partes han pactado. ¿En lugar de qué? «De una pequeña indemnización que ni de lejos llega a los 21 millones que solicitaba Gual«.
El interior de la renovada disco Pachá Ibiza / ERV
Sea como fuere, con ese pequeño pago, Pachá sepulta el doble litigio por su marca de ropa. ¿Exactamente en qué condiciones? «Se resuelven los contratos de licencia y se regresa al status quo de antes de 2016, pagando una simbólica indemnización por la inversión llevada a cabo por el empresario».
Pacto de la era Urgell: Trilantic no lo deseaba
En todo caso, el objetivo del pleito entre Pachá y Cherry 2013 tiene otro concepto. El conglomerado de ocio nocturno, hotelería y restauración sepulta entre los enfrentamientos que provocó la venta de la compañía que creó Ricardo Urgell en el fondo estadounidense Trilantic Capital Partners. Fue Urgell quien acordó con Gual un pacto de joint venture, distribución de licencia y agencia para la línea de ropa.
En el momento en que Trilantic adquirió Pachá en 2017 por cerca de 300 millones, el inversor estadounidense renunció a esa entente. Consideraban que era un convenio comercial de Ricardo Urgell, y no de el. Fue entre las tensiones que brotaron tras la colocación. En este momento se cierra ese fleco.
Antes de la venta
La fumata blanca llega antes que Pachá vuelva a mudar de manos. La enseña busca un inversor que la adquiera, o que «la asista a medrar a nivel internacional», como protege un representante de la firma. Como explicó este medio, entre los apasionados en ingresar en el accionariado es MSG Entertainment, administrador del Madison Square Garden de Novedosa York y de los sitios de comidas posh Hakkasan.

Nick McCabe, exCEO de Pachá, en este momento directivo / Cedida
En esta clave se tienen que comprender asimismo los números de capital y provecho que contribuye la marca, y que son claramente inalcanzables, según el campo. Trilantic mantiene que cuadruplicará facturación hasta los 170 millones en 2025, un número irreal tras el estreno irregular de operaciones como el Lío Mikonos, un hotel y lugar de comidas en la isla griega que tuvo una acogida prudente. «Las cantidades se dan para captar inversores», especifican voces de la industria.
Enfrentamiento sobre la administración
De hecho, las resoluciones de Trilantic adelante de la marca que arropó el nacimiento del ocio nocturno en España –el primer Pachá Sitges abrió en 1967– han provocado alguna disputa. La inversora estadounidense apostó por vender el Hotel Pachá Ibiza al vehículo británico Reuben Brothers, y acometió una rehabilitación integral del club de Ibiza, el mascarón de proa de la firma, que no agradó al mundo entero.
En verdad, Trilantic solamente ha podido desplegar su capacidad por el hecho de que la pandemia del coronavirus golpeó a España y provocó el cierre total del ocio nocturno a nivel global, asimismo en Ibiza. Ello forzó a soliciar un salve al Gobierno. Tras la etapa dura de la pandemia, se ha planeado la venta.