Mientras que calientan motores para ofrecer convenientemente la chapa a lo largo de la celebración de la cima hispano-francesa en Barcelona del 19 del actual mes de enero, los lazis fijan un fin a mucho más largo período, en concreto a los días del 6 al 9 de julio, en el momento en que se festejará en Perpiñán un festival musical popular como Les deferlantes (en castellano, las multitud o las avalanchas), en el que está sosprechado que actué la superstar catalana y global Rosalía. Al lazismo le molesta que nuestra motomami preferida se materialice en una localidad regida por la extrema derecha (el Frente Nacional, en este momento rebautizado como Agrupación Nacional, eufemismo que no engaña a absolutamente nadie), en lugar de llevarlo a cabo en Ceret, que es donde sucedió el festival en cuestión el año pasado. Perpiñan, asimismo famosa como La Catalane por los procesistas del norte y del sur, es, precisamente, una plaza dura de madame Le Pen​​​​​​​, cuyo alcalde, Louis Aliot, fue aun su compañero sentimental a lo largo de unos años. Yo pienso que lo que debería preocupar a nuestros estimados independentistas no es que Rosalía actúe o deje de accionar en Perpiñán, sino la primordial localidad en teoría catalana de Francia lleve regida por la extrema derecha desde tiempo inmemorial. Pero da la sensación de que los lazis son como los personajes principales de esa sentencia asoladora según la que, en el momento en que el dedo apunta la luna, los tontos miran el dedo.

Los causantes del festival han brindado unas explicaciones muy razonables para el cambio de ubicación: por una parte, el municipio de Ceret no se mostró, según ellos, muy feliz ni interpelado por Les deferlantes; y el abultado de los ayudantes a la edición del año pasado procedía (un 50%) de Perpiñán. Ante tal coyuntura, que el festival se celebre en Perpiñán lo comprende alguno menos los lazis, quienes estiman que la pobre Rosalía bendecirá con su presencia al señor Aliot. El dedo apunta a Rosalía, pero los tontos ven al señor alcalde.

 Si yo fuera un procesista de pro me preguntaría de qué manera posiblemente la capital de la Cataluña Norte sea tan facha en el momento de votar a sus representantes políticos, en lugar de rasgarme las vestiduras pues una estrella en todo el mundo va a accionar en ella. Cargarle el mochuelo a la pobre Rosalía de algo que perjudica a todo el lazismo (el de España y el de Francia, si bien el de allí es considerablemente más sin importancia que el de aquí) se me antoja de una desfachatez molesto. Perpiñán, además de esto, ha de estar trufado de entusiastas de Rosalía que no aguantan ni a su alcalde ni a su partido, cuyos votantes lo mucho más posible es que arruguen la nariz frente la existencia de una artista de españa y lamenten que Johnny Halliday, ese pegamento musical entre todas y cada una de las sensibilidades musicales del exágono (internacionalmente popular en Francia, como afirma una amiga parisina), por el momento no esté entre nosotros.

Si bien por el momento no engañan a prácticamente absolutamente nadie, los independentistas agradan de considerarse progresistas, tal y como si reventar un país europeo fuera lo mucho más vanguardista en la actualidad. Perpiñán les ten en cuenta que no lo son tanto al enseñar su prioridad electoral por las huestes de Marine Le Pen. Y eso debería preocuparles. Me preocuparía si militase en sus filas. Pero en lugar de preguntarse por las causas del éxito del Front National en la ciudad más importante de la Catalunya Nord, la toman con Rosalía, matando de este modo 2 pájaros de un tiro, ya que no se debe olvidar que la de Sant Esteve Sesrovires​​​​​​​ ha conquistado el éxito en todo el mundo cantando en castellano (grabó un tema en catalán, Milionària, pero no ha perseverado en el tema, no ha grabado ningún dueto con Lildami y lo último que ha publicado es una canción en inglés).

En el momento en que el dedo apunta la luna, los tontos miran el dedo. Una aseveración irrevocable que el lazismo termina de subscribir a su desfachatada forma. Es mucho más simple tomarla con Rosalía que preguntarse por qué razón Perpiñán vota de forma masiva a la extrema derecha, ¿verdad?