Sigfrid Gras (Barcelona, 1967) accedió a la dirección de televisión3 el pasado verano a través de certamen público. En un reportaje con Crónica Global, afirma que entre sus propósitos está recobrar a los oyentes que no se sintieron determinados con la cadena a lo largo del procés. Entre sus desafíos, pasar a un nuevo modelo de distribución de contenidos. «No nos abonan por tener criterios políticos, sino más bien por realizar calidad», precisa.
–PREGUNTA: ¿Qué le sobra y qué le falta a televisión3?
–RESPUESTA: En estos instantes, lo que le falta es dinero, elementos económicos para lograr enfrentar el futuro. Deseamos ir hacia un nuevo modelo, una exclusiva OTT (iniciales en inglés de over the top) de contenidos y realizar la transición desde la televisión usual que poseemos. Eso necesita una inversión económica esencial. Lo que le falta asimismo le sobra: amoldarse al nuevo panorama audiovisual, pasar de los canales lineales que disponemos, reordenarnos, para llevar a cabo esta novedosa OTT.
–televisión3 es vista como una televisión muy cara, donde sobra gente, pero se ha cuantificado en 100 millones el presupuesto plus que precisa.
–El servicio público lo debe realizar alguien, lo puedes llevar a cabo con gente interna o externa. Si prescindes de 500 personas y le das trabajo a 500 de fuera, estarías mudando una cosa por otra. ¿televisión3 es una televisión cara? Cuesta 30 euros por habitante, al tiempo que en Finlandia, por poner un ejemplo, se llega a los 60 euros. No somos una televisión cara. Somos una televisión que tiene 40 años y que precisa amoldarse al nuevo modelo de hoy. Disponemos la composición que disponemos y los servicios que disponemos. El desarrollo fué paralelo a toda la reordenación de la oferta de contenidos
–televisión3 fué vanguardista en varias cosas, nació de qué forma entre las televisiones mucho más modernas. ¿Qué pasó a lo largo de este tiempo?
–Pensamos que todavía lo somos. ¿Qué pasó estos años? Ya que una disminución radical del presupuesto. Es muy simple poner en riesgo en el momento en que tienes bastante dinero, en el momento en que tienes mucho más tiendes a realizar modelos mucho más seguros. Por carencia de recursos económicos perdimos parte de la oferta cultural, parte importante de la oferta infantil que en este momento nos encontramos recobrando, y parte de la oferta juvenil. Si innovas en diez artículos y tres marchan bien, está realmente bien. Pero si solo puedes realizar tres, no te puedes poner en riesgo a que salgan los tres mal y te vuelves un tanto mucho más conservador. Pero el espíritu de innovación no lo perdimos. Pero deseamos medrar de cara al futuro.
Sigfrid Gras, en una investigación de grabación de televisión3 / Luis Miguel Añón (CG)
–En sus comienzos se propuso televisión3 como una BBC catalana. ¿Todavía es ese la meta?
–Sí, la meta sería este. Pero es pretencioso en lo que se refiere al sistema económico que poseemos. La BBC se financia por otras vías, como el canon audiovisual. Pero llevar a cabo contenidos audiovisuales es carísimo. O tienes una financiación correcta o no tienes opciones. Si miras una sucesión de la BBC, solo meditar en la proporción de dinero de una serie como la encargada de la RAF, que debe valer 2 o tres millones de euros en capítulo, en el momento en que nosotros solo tenemos la posibilidad de generar por 200.000 o como bastante por 500.000 si lo coproducimos con alguien mucho más. Son realidades y activas muy dispares.
–Entre las críticas a televisión3 es que siempre y en todo momento se contratan a exactamente las mismas productoras.
–Contamos el beneficio de que somos una televisión que no contamos obligación de contratar con absolutamente nadie. No es cierto que siempre y en todo momento sean exactamente los mismos. Un caso de muestra. Gestmusic, una productora fundamental en Cataluña que llevaba tiempo sin llevar a cabo nada para televisión3 y en este momento hace 2 programas. Otro caso es el de Veranda, que hace Eufòria y antes no hacían nada. Atomic Beat, que hace Región Franca y jamás habían hecho nada. Existe el mito de que todo se da a Minoria Absoluta, Mediapro…, pero eso se debe contrastar con cantidades. Nosotros jamás vamos a por cuotas de productoras, vamos a por cuotas de contenidos que nos importa. Sí que disponemos una obligación de diversificar y no ofrecer todo siempre y en todo momento a exactamente los mismos. Hay televisiones estatales que sí lo hacen. Tenemos la posibilidad de adivinar aproximadamente, pero no por cuotas. Hay un mito en eso.
–Bueno, las cantidades que el Govern dió en sus respuestas parlamentarias y los de la Sindicatura de Cuentas apuntaban a esa concentración.
-Hoy en día las productoras con las que mucho más estamos trabajando tienen la posibilidad de ser Veranda, Gestmusic y Minoria.
–¿Qué programas están andando bien en este preciso momento?
–televisión3 está andando realmente bien todo el año. Las cantidades son fabulosas. Hemos acabado líderes en 2022 en Cataluña por tercer año consecutivo. Las campanadas de Nochevieja fueron las terceras mucho más vistas en toda España, tras Antena 3 y TVE, y muy sobre Telecinco. Siempre y en todo momento hay programas que se tienen la posibilidad de prosperar, el trabajo del día a día es ver qué franja es mejorable. Cada día observamos las audiencias, por qué razón en ese cuarto de hora hemos subido o bajado. Pero pensamos que por norma general marcha realmente bien. En un año en que Antena 3 hizo un cambio increíble superando a Telecinco, sostenemos la distancia. Tuvimos un desarrollo cuantitativo y cualitativo.
–¿Es muy ciervo estar pendiente de las audiencias? ¿De qué forma lo transporta?
–Las audiencias marcan bastante a la televisión, mientras que la radio tiene tres exámenes por año, nosotros lo poseemos cada día. Nos marca asimismo ser un servicio público. Hay una audiencia de televisión3 que no nos disculparía que hiciésemos los programas que hace Telecinco. Eso significa que, aparte de sostener la audiencia, debemos sostener un cierto estilo. Si hiciésemos un Sálvame, recibiríamos críticas de todo el planeta. Nuestra gente lo mira, pues ven televisión3, pero asimismo Telecinco, Antena 3 o lo que sea. Las audiencias marcan bastante, lógicamente, más que nada por el hecho de que si deseamos realizar un cambio hacia una futura OTT, no es exactamente lo mismo llevarlo a cabo desde el liderazgo, que desde una tercera situación.
–¿Qué puede prestar televisión3 a los jóvenes que no ven la televisión usual?
–televisión3 lo que puede sugerir son contenidos. Lo que debemos saber es de qué forma los distribuimos. Es cierto que existen muchos jóvenes y pequeños que no miran la televisión usual, con lo que debemos hacer más simple que hallen nuestros contenidos, sea mediante Youtube, Tik Tok o como sea. Con en comparación con público infantil, hemos construido la oferta del revés de de qué manera se hacía hasta la actualidad. Hasta la actualidad construíamos una parrilla infantil y la ofrecíamos por vía digital. En este momento hemos construido una parrilla digital. Sabemos de que la multitud joven cada vez mira menos la televisión, pero prosigue viendo contenidos.
–¿Cuesta bastante llevar a cabo un programa cono ‘Eufòria’?
–Eufòria es un programa costoso para nuestros estándares económicos recientes. Nos sorprendió en positivo, aguardábamos que fuera un éxito, pero no tanto. Hemos reconectado con un público que no teníamos. Deseábamos una audiencia juvenil, pero hemos logrado asimismo mucha audiencia infantil. Cuesta, pero es nuestra tarea. Tras Eufòria observamos que hay una ilusión colectiva, se siente que televisión3 hace novedades y chulas. Como puede ser Crims en otro campo. En el momento en que realizar un programa como Eufòria y, tres meses después, repletas el Palau Sant Jordi, es que algo se mueve. Y eso es bien interesante.

Sigfrid Gras, directivo de televisión3, a lo largo de la entrevista con ‘Crónica Global’ / Luis Miguel Añón (CG)
–¿Cataluña tiene un ‘star system’? Recuerdo que, hace unos años, se causó una enorme polémica en el momento en que ‘La Vanguardia’ publicó que los actores catalanes no tenían encanto, que no eran sensuales.
–Yo pienso que Cataluña sí tiene un star system, pero como afirmaba, nuestra audiencia no nos dejarían llevar a cabo un Sálvame. Nos matan. Hay un estilo televisión3. Poseemos unos algunos estándares de calidad que los debemos sostener siempre y en todo momento. Puede agradar aproximadamente, pero la multitud los busca. Disponemos unos estándares de calidad están sobre la media de la televisión que se hace en España.
— televisión3 se vió como una televisión al servicio del desarrollo independentista. ¿Qué opina? ¿Qué se hizo mal? ¿Qué hay que mudar?
–Nosotros disponemos el beneficio de que todos y cada uno de los partidos se quejan. En este momento contamos la cima hispano-francesa y entendemos que, hagamos lo que hagamos, va a haber alguien que se queje. Lo ofrecemos por asumido. Que si dimos mucha manifestación, que si menos… Eso nos ofrece una alguna calma. En el final, pienso que debemos llevar a cabo lo que francamente creamos que hay que llevar a cabo. Si bien deseamos, no tenemos la posibilidad de satisfacer a todos. Nuestra obligación es acompañar a la multitud catalana en el instante que se vive. Y es cierto que hemos vivido años de política intensísima. Pensamos que la multitud ahora está un tanto agotada y deseamos llevar a cabo un giro hacia la diversión. Vamos a hablar de política, pero en los servicios informativos. Lo que no tenemos ganas es tener una parrilla bastante llena de información política.
–¿No piensa que hubo un corte ideológico en la televisión catalana en el que muchas personas no se sentía representada?
–televisión3 estuvo muy en el centro de la diana política. Para unos quedabas corto y para otros, bastante largo. Recibimos muchas críticas de ahí que, lo entendemos. Yo se encontraba en aquella temporada, no era directivo, pero se encontraba aquí. Nosotros procurábamos realizar lo que francamente pensábamos que debíamos realizar. Hay un tema, que semeja imbécil, pero no es así, que es el económico del que charlábamos antes. Poner a cinco personas a charlar de política o de algún otro tema es económico. Llevar a cabo un FAQs es cinco o seis ocasiones mucho más económico que llevar a cabo Eufòria. Eso asimismo asistencia, pues si tienes un instante político muy ardiente y tienes la palabra, que es considerablemente más económica que otros géneros de formatos, como es la ficción o como es Eufòria, es mucho más simple poner a la multitud a charlar. Mencionado lo anterior, francamente, pienso que hicimos lo que pensábamos que debíamos llevar a cabo, soy siendo consciente de todas y cada una de las críticas. No nos atrae perder a absolutamente nadie, si perdimos a gente, la deseamos recobrar. Nuestra obligación es ser la televisión de todos y cada uno de los catalanes, no tenemos ganas ser la televisión de un campo de la población o de otra. Deseamos que nos escojan o no en función de si le agrada lo que ofrecemos o no. No nos abonan por tener criterios políticos, nos abonan por llevar a cabo una televisión de calidad.
–¿Y eso se apreciará en las tertulias, donde asimismo había una descompensación ideológica?
–Eso de las tertulias no acabaremos de arreglarlo jamás. Lo que no es precisamente de el, es de otro.
–Es popular que la decisión de tertulianos se hace a iniciativa de los partidos, por cuotas que entonces son criticadas en el momento en que llega la campaña electoral…
–Si tu no eres precisamente de un partido, te hacen de otro. Y a lo destacado hay gente que no es de ningún partido. Aquí el inconveniente lo tienen mucho más los políticos que nosotros. Que nos dejen llevar a cabo. Lo que no tenemos la posibilidad de es ir por cuotas. Las tertulias son un inconveniente aquí y en todas y cada una de las televisiones. Asimismo nos pasó que a lo largo del procés se invitaba a partidos que no deseaban venir y después nos afirmaban que no les invitábamos. Era mucho más productivo electoralmente decir que no les invitábamos que no ir. Lo que se debería llevar a cabo es lo que logró TVE hace bastantes años, que es dejar a la multitud trabajar y confiar en sus equilibrios.
–Quizá tiro balones sobre mi tejado, pero quizá no deberían proceder a las tertulias muchos cronistas a charlar de todo, sino más bien especialistas. Pero eso cuesta dinero.
–Es buena reflexión. Nos encontramos tratando abrir los magazines a especialistas, anunciar una Cataluña mucho más real. Temas como el sexo, el racismo. Es atrayente el tema de las mujeres en las tertulias. Deseamos ubicarnos en un 50/50. Tu les afirmas a los hombres que el día de hoy charlen del volcán de El país nipón y mañana, de la bolsa, y te charlan. En cambio, las mujeres, como son mucho más listas, desean charlar de los que saben, no de todo. La mujer desea charlar de su territorio, del que sabe, y a los hombres les da lo mismo charlar de la gripe o del vestido de la Reina Letizia.
–¿En un programa de televisión3 se puede decir «puta España», como pasa en Región Franca?
—El «puta España» es algo que no hay que decir en televisión3. De ningún modo. El libro de estilo se aplica al mundo entero, incluyendo los ayudantes, que sale en programas. Nosotros nos encontramos en este momento creando una comisión que está regulando lo que tienen la posibilidad de decir y lo que no trabajadores de la vivienda en Twitter. Que no logren decir críticas políticas o que dañen a la cadena. Con los ayudantes es mucho más bien difícil, pues en el momento en que firmas un contrato, te comprometes a realizar el libro de estilo, pero no tienes peculiaridad, no puedes supervisar lo que afirma en otros programas. No nos encontramos para promover, ni el «puta España» ni expresiones afines. No tenemos ganas sobrepasar barreras, pero tampoco ser blancos. Deseamos jugar con los límites del humor, pero sin pasarnos. No tenemos ganas ofender ni realizar cosas que logren perjudicar a colectivos como la niñez, promuevan el odio o la crueldad.
–¿Qué va a pasar, ya que, con ‘Región Franca’?
–El jefe de contenidos y yo tuvimos una asamblea con los productores ejecutivos del programa y les expresamos eso, que hay límites que no tenemos la posibilidad de sobrepasar. Nos encontramos en una región de peligro. Procuramos público que no nos mira que nos mire. Si deseamos crear, contamos la obligación de correr algunos peligros, pero si nos pasamos de frenada, ahora observaremos qué hacemos.
–¿Tiene presiones políticas?
–Los partidos procuran influenciar, pero el tema es que no lleguen a los expertos que hacen la novedad. Quedas con ellos, te dicen lo que les agrada o no, y cada uno de ellos considera que tratas mejor al otro que a él. Pero eso es ley de vida. El beneficio es que aquí se trabaja con mucha independencia. Mi trabajo, la del jefe de informativos y de los directivos es eludir que si hay presiones no llegue a quien está preparando la novedad. Sé que estos años se ha planeado diferente.
–¿Nuestro redactor acepta cierta ideología, hay una autocensura?
–Ahora te digo yo que no. Aquí hay de todo. Los años del procés fueron difícil para todos. Pero el Consejo Profesional siempre y en todo momento ha defendido a los expertos a lo largo de la temporada dura del procés. Lo que hacemos es eludir las filias y fobias, como pasa en todos y cada uno de los medios de todo el mundo.