Hay que admitir que lo que parecía físicamente irrealizable es una situación en la metafísica y ida política catalana. Pere Aragonés y consellers participarán en la cima franco-de españa que se festejará el jueves en Barcelona, al tiempo que ERC se manifestará en lo que se ha calificado como manifestación unitaria del independentismo. El resultado va a ser un Sánchez al lado de Macron realizando de presidentes firmando esenciales proyectos de colaboración, Pere Aragonés abandonando la política de silla vacía mientras que los suyos van a estar de queja en la calle con sus oponentes comunes insultándolos de lo hermoso.
La manifestación fué convocada por Puigdemont y tiene el entusiasta acompañamiento de Junts, Reunión Nacional Catalana, CUP y Òmnium Cultural. Asimismo de ERC, que va a llevar a su presidente Oriol Junqueras tal y como si fuera de recorrido al cadalso. ¿O alguien tiene alguna duda de que Junqueras no va a ser silbado, insultado, calificado de botifler y también reprendido? Fue el héroe y en este momento es el villano de los mucho más irredentos.
Puigdemont aprovechó la coyuntura para procurar recobrar un importancia que tenía algo apagado -si bien va a haber que estar alerta a las secuelas del giro procesal imprimido por Llarena y si el expresident regresa a España- y se puso maravilloso criticando que el gobierno central afirmara que el independentismo se ha acabado. Verdaderamente absolutamente nadie lo dijo. El presidente del Gobierno aseveró en su cómputo de forma anual que “el procés ha acabado”. Y la verdad lo asegura. La tensión interna, con el máximo exponente de la separación en el Govern, las trampas y luchas intestinas del independentismo no son un proyecto de “Madrit”. Una plan de actuación conjunta es una entelequia e inclusive el propósito final, la independencia, se ha retrasado sine die más allá de que desde Junts se llenan la boca cada día con este tema. Absolutamente nadie dijo que el independentismo se haya acabado, está ahí, pero es el independentismo el que dió carpetazo al procés, que era un medio para hallar el objetivo. Prosiguen con la meta de hallar exactamente el mismo fin, pero el medio, el procés, por el momento no existe, se pongan como se pongan.
Es patético oír a la representante del Govern, Patricia Plaja, o a la representante de ERC, Marta Vilalta, criticar al Gobierno central por venir a esta conclusión, en el momento en que es una conclusión a la que puso letra, ni más ni menos, Jordi Sánchez, en el momento en que saliendo del Palau de la Generalitat tras la separación de la coalición de Govern ha dicho: “el procés, finalmente, se ha cerrado”. Lo que dicen los líderes de Junts sencillamente da vergüenza extraña.
El día 19 el enfrentamiento va a ser otro entre los independentistas. ¿Quién es mucho más patriota? ¿Quién va a ser señalado como botifler? Ese es el termómetro en el que viven ciertos y que perjudica de manera esencial a la sensibilidad de los republicanos que han comenzado a salivar el gen del terror a ser los premiados con el honor del botifler. De ahí que, se apuntaron a la manifestación a fin de que no comenten, si bien la imagen exterior de la Generalitat va a quedar como un guiñapo en Europa. Aragonés sentado en la cima y los suyos manifestándose contra los “estados represores”.
El origen de este sorber y soplar reside en que ERC desea ingresar en la pugna por ser el mucho más patriota y satisfacer de esta manera a los que en su casa suponen que no lo son tanto, y que estiman que el no ser el “mucho más patriota” puede perjudicar en las municipales. Que la encuesta del ARA los deje con un 16% de voto en Barcelona distanciando de la alcaldía a Ernest Maragall, candidato espectro por inexistente, y que Aragonés no logre aprobar los capitales por el hecho de que él, y solo él, ha dinamitado los puentes con el PSC, han encendido las alarmas de un adelanto electoral -siempre y en todo momento tras las municipales, of course– y de no apoderarse Barcelona, la plaza mucho más deseada, pues sin Barcelona no hay Diputación.
El gen suicida de ERC ha salido a la palestra por el hecho de que, frente ocasiones que necesitan contundencia, solidez y resolución, a los republicanos les tremen las piernas. Daba la sensación de que Aragonés era diferente, pero no. Es la ERC de siempre y en todo momento, la ERC “el partido del que no te puedes confiar”, una apreciación donde coinciden el PSC, Junts y la CUP. De ahí que, el jueves va a soplar Aragonés y sorberá Junqueras. Patricia Plaja puso letra a esta música en el momento en que ha dicho “el independentismo está en todas y cada una partes”. Equiparada con Plaja, la representante del Gobierno, Isabel Rodríguez, tiene un doctorado cum laude. Recomendación: adquieran palomitas para ir a conocer la manifestación. En el aniversario del 1-O solamente se reunieron 10.000 personas y la división fue palpable. El jueves va a hacer frio, es día laborable y los ánimos están caldeados. La cosa asegura. Mientras que, Pedro Sánchez va a hacer de presidente.