Las telecos españolas desechan despidos masivos en 2023. Ese fué el deber que los máximos directivos de Orange, Telefónica y Vodafone en España han elaborado este lunes por la mañana en un congreso ordenado por UGT.

A la inversa de lo que hicieron las enormes tecnológicas en los últimos meses, ninguna de las tres operadoras ha adelantado proyectos en exactamente el mismo sentido. «El futuro para nosotros es terminar las discusiones con Europa finalmente la fusión con MásMóvil. Es precisamente en lo que nos concentramos», ha señalado Jean-François Fallacher, asesor encargado de Orange.

Sin despidos a la visión

Tampoco el presidente de Telefónica, Emilio Gayo, ni el asesor encargado de Vodafone, Llenan Deegan, han adelantado ningún recorte masivo de personal en un corto plazo. En las últimas semanas, enormes compañías como Misión –matriz de Fb–, TwitterAmazon han ejecutado reestructuraciones de plantilla.

Pero las tres telecos se han apeado de estos procesos y, por contra, han solicitado a los colosales digitales una «contribución justa» para asegurar el cuidado y la inversión en redes.

Contribución balanceada

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha apoyado las reivindicaciones del ámbito y ha llamado a localizar una «fórmula de contribución balanceada» para la cofinanciación de las infraestructuras de las que se favorecen los prestadores de servicios digitales.

Especialmente en el momento en que las tres operadoras han estimado que el 40% de su tráfico de forma anual hay que a Google plus, Misión y Netflix. Si se le agregan Apple, Amazon y Microsoft, esta cantidad escala hasta el 60%.

Fusión de Orange y MásMóvil

Por otra parte, los máximos directivos se enseñaron convenientes a la novedosa ola de consolidación del mercado impulsada por la fusión de Orange y MásMóvil. «Esta operación va a ser buena para los clientes del servicio, en tanto que dejará acometer las inversiones primordiales para impulsar el avance de 5G en España y llenar los despliegues de fibra», ha asegurado Fallacher.

También, Gayo ha subrayado la pérdida de valor de los actores de telecomunicaciones en los últimos tiempos en Europa, al paso que sus análogos estadounidenses ganan tamaño y capitalización.