Fue víctima de abusos sexuales a lo largo de años. Su padre comenzó a abusar de ella en el momento en que solamente tenía unos meses de vida. Por seguridad se oculta bajo el nombre ficcional de Tess Dribbel, una artista de holanda que ha usado el arte para expresar todo el mal y trauma que la ha acompañado a lo largo de años.
Por vez primera en Barcelona, la artista muestra el resultado de años de terapia en el momento en que su única forma de expresión era la pintura. Una exhibe donde deja ver la obscuridad, los sueños rotos y la fragmentación como persona que vivió tras cada sesión terapéutica y que fue plasmando en distintas pinturas.
Entre las pinturas de la artista Tess Dribbel, presentada por vez primera en Barcelona / CG
Víctima de una secta
Conforme han explicado los organizadores del acontecimiento, el bufete Vosseler Abogados, Dribbel fue víctima de una secta en su país de origen, Holanda, formada por «poderosos individuos» de todo el mundo empresarial y jurídico a la que pertenecía su padre. El temor a ser encontrada es consecuencia de una demanda que interpuso al lado de otras 140 víctimas de abuso sexual infantil.
«En la época de enero, va a salir todo a la luz merced a la demanda de estas 140 personas que se vieron obligadas a vivir desde hace unos años en el ostracismo y anonimato obligatorio. Tess es una mujer con esenciales huellas pero con futuro si logramos desmantelar estas sectas y que los responsables paguen por este motivo», apuntaron.

Entre las pinturas de la artista Tess Dribbel, presentada por vez primera en Barcelona / CG
Síndrome de disociación
«Algo extrañas y también ininteligibles en el momento en que te maltratan es el síndrome de disociación por el que la memoria se cierra para resguardarte. Solo en el momento en que se te libera terapéuticamente, es en el momento en que logras que todo el pasado se vaya revelando de forma lenta. Para mi fue un viaje muy lamentable y emotivo que he intentado expresar a través del arte», afirma la artista en un escrito, en tanto que no pudo estar que se encuentra en la exposición de su obra por seguridad.
«No tenía ni la más mínima idea de lo que me había pasado verdaderamente hasta el momento en que procuré un régimen para patologías físicas y reacciones sentimentales y anatómicos. Al final se identificaron como manifestaciones psicosomáticas del trauma», confiesa, y afirma que este fue el comienzo de años de terapia «intensa y profunda» que mostraron «los horrores intensos» de su pasado.