El 8 de junio de 1994 se ponía en marcha en La Puebla de Montalbán (Toledo) la mayor central del sol fotovoltaica de Europa. Toledo PV, de 1 MW, era una apuesta vanguardista y soñadora de la compañía Naturgy y de una red social, Castilla-La Mácula, que vislumbraban un nuevo horizonte energético.
Era el siglo XX y las crónicas de la temporada todavía no recogían conceptos tan comunes en este momento como transición energética, sostenibilidad o cambio climático, pero sí que se comenzaba a entrever ahora la preocupación por proteger el mundo que dejó patente el entonces presidente de la zona, José Bono, en el momento en que instantaneamente de inauguración les ha dicho a los ayudantes: «¿Por qué razón no apostar a fin de que este género de energía sea competitiva lo antes posible? No se nos sucede nada en contra. En juego está la salud del Mundo».
Con esta central del sol con aptitud para generar energía eléctrica para 2.000 hogares por año, y con la modesta proporción de 5,4 megavatios de capacidad del sol instalada, España se ubicaba a la cabeza de la UE en producción renovable. Un jalón que se firmó más allá de que, como sucede con todas y cada una de las tecnologías en sus comienzos, tenía el problema de la inversión inicial, que fue muy elevada.
Planta Pîcón I, II y III en Porzuna (Localidad Real). – Fotografía: NaturgyHubo que desembolsar 1.600 millones de las viejas pesetas para arrancar Toledo PV, esencialmente debido al coste de fabricación de las células fotovoltaicas, lo que elevaba el valor del kilovatio hora 10 ocasiones sobre el coste del de las energías comúnes.
Pese a esto, pesaban mucho más las virtudes. Producir electricidad del sol, una fuente de energía insaciable, sin efectuar emisiones a la atmósfera, con un bajo coste de cuidado de la central y una extendida duración de las células era un mix idóneo para seguir en un nuevo modelo energético, que con timidez comenzaba a ofrecer sus primeros pasos.
Naturgy comenzaba de esta manera, con la apuesta embrionaria de Toledo PV, un sendero sin retorno en el que fué caminando de enorme para acrecentar su deber con la transición energética y con Castilla-La Mácula, una Red social donde tiene presencia no solo como generador de electricidad, sino más bien asimismo como distribuidor de gas y electricidad.
El día de hoy, tres décadas después, la compañía desea ser un actor primordial en la transformación del campo de la energía en todo el mundo, como prueba que mucho más del 60 por ciento de la inversión estimada en su último Plan Estratégico se destine a triplicar la aptitud de generación renovable instalada hasta lograr una capacidad de 14 GW en 2025.
Una intención que no deja de lado a Castilla-La Mácula, donde la energética tiene en cartera mucho más de 20 proyectos de avance renovable entre aquéllos que resaltan la instalación de 150 MW de capacidad fotovoltaica en tres novedosas plantas solares que empezarán a crearse este año, en concreto, Zorita I y Zorita II (Guadalajara), ubicadas en una región declarada de transición justa por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico y Ocaña (Toledo), tal como nuevos métodos de aprovechamiento de la energía.
Hoy día, la compañía trabaja mucho más de 1.000 MW eólicos, fotovoltaicos y también hidráulicos delegados por toda la Red social. Nueve parques eólicos, siete plantas solares fotovoltaicas, nueve centrales hidráulicas y una central minihidráulica que produjeron 1.024 GWh de energía durante 2021, esto es, el semejante al consumo eléctrico de forma anual de sobra de 293.000 hogares, o lo que es exactamente lo mismo, energía bastante para abastecer por año todos y cada uno de los hogares de las provincias de Localidad Real y Guadalajara.
Estrategia transformadora. Naturgy encara los retos globales cerca de la transición energética por medio de un plan transformadora y un modelo de negocio sostenible que contribuya a los desafíos sociales y ambientales a los que se encara el Mundo. De ahí que, aparte de seguir en la generación de energía renovable, incrementa su deber con la creación de riqueza y empleo en los territorios en los que trabaja, tal como en la protección de la biodiversidad en los ámbitos de sus instalaciones.
La compañía desea ser un vecino mucho más en estos territorios y sugerir ocasiones por medio de acciones que produzcan valor compartido para la sociedad. Por eso se proyecten medidas recientes socias a su actividad en Castilla-La Mácula que comenzarán a cuajar en los próximos meses.