En un acercamiento condicionado por la prematura expulsión de Boyomo, el Albacete, que se quedó con nueve players tras una exclusiva tarjeta roja a Álvaro Rodríguez al poco de recibir el 1-0, fue víctima de un Granada que se desató en los minutos finales. El aparato de Rubén Albés, en una noche funesta, padeció su derrota mucho más contundente del curso frente a un contrincante que estrenaba técnico, Paco López, y probó su poderío en el Nuevo Los Cármenes. 

El partido, que había tenido un arranque muy dinámico en los cinco primeros minutos, se vio perturbado al tener que jugar, prácticamente desde su comienzo, el cuadro manchego con un jugador menos. Antes que Boyomo enfilara el sendero de los vestuarios, Jorge Molina había sobre aviso con un testarazo detenido por Bernabé y Callejón había buscado, sin éxito, la portería del aparato albaceteño con un tiro lejano.

Entre medias, en la primera transición de la escuadra de Rubén Albés, Duba había conducido el esférico y, al pisar la medialuna del área, soltó un golpeo con la zurda que atajó Raúl a ras de césped.

Todo cambió en el minuto siete. Boyomo dejó la plantilla en una disputa con Ricard en el costado izquierdo. El colegiado le reprendió con tarjeta amarilla. No obstante, advertido por el VAR, 2 minutos después, tras ver la imagen del lance en el monitor, cambió el tono de la amonestación y el central francés debió enfilar el sendero de los vestuarios, dejando a su aparato con un hombre menos.

Albés recompuso el desaguisado ubicando a Maestre en el eje de la zaga como acompañante de Djetei, con una línea de 4 players por enfrente y también Higinio como referente en punta. Puertas, asistido por un incansable Jorge Molina, produjo, sendero del cuarto de hora, la primera ocasión desde la expulsión de Boyomo. No obstante, supo proteger sin padecer en demasía el Alba que, hasta un testarazo de Puertas cerca de la media hora, vivió relajado más allá de la inferioridad numérica. El único sobresalto hasta el reposo llegó, a los 33 minutos, en un envío al área de Melendo que Callejón, de cabeza, transformó en una dejada idónea para Jorge Molina, que impulsó el balón a la red. El colegiado, para alivio del aparato manchego, anuló la jugada por fuera de juego de Callejón.

Más allá de proteger sin desmesurados agobios, tampoco el Albacete tuvo bastante despliegue ofensivo. En su mejor asociación jugando en inferioridad, Manu Fuster se desplegó por el costado derecho, Duba vio su desmarque y el envío del futbolista valenciano al área se paseó sin localizar rematador.

Los hombres de Albés tiraron de trabajo para bajarle pulsaciones al desafío y, alén de un tiro lejano de Víctor Díaz, que salió a las nubes, y de un remate exageradamente cruzado de Neva en un contragolpe, la última parte del primer periodo de tiempo resultó plácida para el Albacete más allá de jugarse 51 minutos, a los que puso conclusión Ignasi Miquel con un chut desviado.

Albés aprovechó el reposo para efectuar la primera permuta y Antonio Cristian, un jugador mucho más concreto para el eje de la defensa, relevó a Maestre. Y la segunda mitad comenzó con doble susto para el Albacete, si bien con remates propios. Duba, en su búsqueda de despeje de un remate de Meseguer, estuvo cerca de llevar a cabo un autogol. Lo mismo que le sucedió a Djetei en el momento en que, para tapar un centro de Puertas, salió al césped y la pelota, tras golpearle, terminó muy cerca del palo izquierdo de la portería de Bernabé.

Sí terminó en las mallas un remate raso de Higinio frente Raúl a los 51 minutos. No obstante, el colegiado, que había dejado terminar la jugada, la anuló por situación antirreglamentaria del delantero murciano al recibir el especial pase al espacio de Manu Fuster.

No obstante, el que sí subió al marcador, unos cuantos minutos después, fue el tanto del grupo nazarí, gestado una incursión por el perfil derecho del ataque local, en el que Ricard sorteó a Julio Alonso con un regate de tacón. Su centro lo despejó Djetei con la cabeza, si bien el balón llovido lo remató al caer Callejón cruzándolo lejos del alcance de Bernabé. Sí evitó el cancerbero hispalense el 2-0 con una soberbia estirada a un lanzamiento de falta de Callejón.

El sombrío panorama para el Albacete se obscureció todavía mucho más en el momento en que, en el momento de juego, Álvaro Rodríguez vio la tarjeta roja directa en una disputa con Víctor Díaz, en otra resolución que el colegiado adoptó tras ser advertido por el VAR y comprobar la acción.

Con solo nueve players y el marcador adverso, Albés optó por ofrecer entrada a Attipoe y Rubén Martínez. El viable efecto revulsivo, tras situar un 4-3-1, brincó por los aires en el momento en que Puertas alcanzó la línea de fondo por la izquierda y Ricard envió el centro de su compañero a gol para dejar prácticamente sentenciado el acercamiento.

De nuevo con Manu Fuster como asistente en una jugada replicada de la que se le invalidó a Higinio antes del 1-0, Rubén Martínez se presentó frente Raúl, que le ganó la partida con una mano salvadora en el uno contra uno. Más tarde fue invalidada por la situación de fuera de juego del jugador menorquín.

Bryan Zaragoza, un tormento con su electricidad para un aparato desgastado, marcó el 3-0 y una jugada suya supuso el 4-0 tras pegar en Antonio Cristian, epílogo a una noche de siniestros y para olvidar del grupo albaceteño en Granada.

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